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La cultura en la que vivimos hoy está espiritualmente en bancarrota y es hostil a Dios. Vivimos en un mundo hostil a nuestra fe y valores como seguidores de Jesucristo.
Por eso la Biblia dice: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo” (1 Juan 2:15–16).
Como cristianos que vivimos en una cultura hostil a nuestra fe, nos resulta tentador tratar de encajar y no destacar como personas que realmente creen en Jesús, como personas que sostienen ciertos valores. Pero si eres hijo de Dios, no lo ocultes. Enorgullécete de ello.
Hoy en día, cuando es aceptable burlarse y ridiculizar abiertamente a los cristianos, es una verdadera tentación no defender lo que uno cree.
Sin embargo, la Biblia nos dice: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:2).
En lugar de quedar atrapados en el molde del mundo, debemos llenar nuestra mente con las cosas de Dios. Debemos llenar nuestra vida con las cosas que nos edificarán espiritualmente. Si hacemos esto, Dios dice que revelará Su voluntad.
Esto se llama promesa condicional. Necesitamos hacer nuestra parte y así Dios hará la suya. Y si no hacemos nuestra parte, Él no hará la suya. Si no estás dispuesto a “buscar que Dios te transforme en una nueva persona cambiando tu forma de pensar”, entonces no esperes conocer la voluntad de Dios para tu vida.
Pero si estás dispuesto a dar estos pasos y hacer este compromiso, entonces Dios promete que te revelará Su buena, agradable y perfecta voluntad. Y la voluntad de Dios para ti siempre es buena. El salmista David nos recuerda: “Gustad, y ved que es bueno Jehová; Dichoso el hombre que confía en él" (Salmo 34:8). Recuerda que Dios es bueno.
Algunas personas tienen un concepto retorcido de Dios como una especie de aguafiestas celestial en el Cielo. Piensan que Dios está esperando que le entreguen sus vidas para poder hacerlos miserables. Sin embargo, ese es un concepto deformado de nuestro Padre celestial. Su plan para ti es bueno. Es perfecto. Y es mejor que tu plan para ti mismo.
Si Dios te da muchos años de vida, creo que, en retrospectiva, descubrirás que te alegraste de haber caminado en la voluntad de Dios. También puedo garantizar que te arrepentirás si no lo haces.
Traducido y adaptado de:Greg Laurie. Devocional diario. Abril 2, 2024
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