sábado, 12 de noviembre de 2022

Tómalo con seriedad



El único poder al que el diablo teme es el de Jesucristo


"Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo". 1 Juan 4:4  


A menudo, las personas abren la puerta a la influencia demoníaca sin querer. Por ejemplo, les gusta leer su horóscopo del día o piensan que es divertido jugar con una ouija. Tal vez van a reuniones en las que alguien dice que puede contactar a un pariente muerto en su nombre. Pero todas estas cosas pueden abrir la puerta a los demonios. Y muchas personas que pensaban que estaban incursionando inocentemente en estas cosas han caído bajo el poder del mismo Satanás. Es por eso que debemos mantenernos alejados de estas cosas. La Biblia advierte: “Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas” (Efesios 5:11).


Al diablo no podrían importarle menos los crucifijos, el agua bendita o cualquier otra cosa que la gente piense que los protegerá de él. El único poder que teme es el poder de Jesucristo.


En el Evangelio de Mateo, leemos que cuando Jesús cruzó el mar de Galilea y llegó a la región de los gadarenos, dos hombres severamente endemoniados lo encontraron. Lo habían perdido todo. Habían perdido sus hogares, sus familias y su cordura. Incluso habían perdido la voluntad. Estaban completamente bajo el poder del Diablo.


Pero Jesús escuchó su clamor y cambió sus vidas.


Si eres cristiano, no tienes que vivir con miedo de que los demonios se apoderen de tu vida porque cuando pones tu fe en Jesucristo, Él viene a vivir dentro de ti como un residente permanente. Nuestro Señor no está en un programa de tiempo compartido con el Diablo. Él será nuestro único ocupante si ponemos nuestra fe en Él.


¿Puede Satanás tentarnos? Sí.


¿Puede molestarnos y oprimirnos? Sí.


¿Puede vencernos y dominarnos? No.


La Biblia promete: “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido, porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo” (1 Juan 4:4). Estás bajo la protección de Dios. 



Traducido y adaptado del blog del pastor Greg Laurie

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