"Entonces el hombre dijo: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí"
Génesis 3:12
Adán y Eva hicieron todo lo posible para evitar asumir la responsabilidad de su pecado. Adán culpó a su esposa: “Ella me dio del árbol”. Incluso señaló con un dedo acusador a Dios, diciendo que era “la mujer que me diste”. Eva culpó a la serpiente diciendo: “La serpiente me engañó, y comí”. Dios ignoró sus excusas y anunció el juicio que enfrentarían como consecuencia de su desobediencia.
Uno de los cantos fúnebres de la humanidad es que nos negamos a asumir la responsabilidad de nuestras acciones. Queremos culpar a otros por nuestros problemas: nuestros padres no nos criaron bien; nuestros amigos nos defraudaron; nuestro pastor no era un predicador suficientemente bueno; nuestros hijos son rebeldes; nuestro empleador no es lo suficientemente sensible; nuestro cónyuge no es comprensivo; no hay suficiente tiempo en el día… ¡las excusas abundan!
Sin embargo, el perdón y la restauración no pueden ocurrir hasta que aceptemos la plena responsabilidad de nuestras acciones.
Una indicación obvia de que no nos hemos arrepentido genuinamente es que ponemos excusas por nuestro comportamiento pecaminoso.
En ninguna parte de las Escrituras Dios excusa el pecado de una persona por las acciones de otra persona. Si nos acostumbramos a culpar a otros por nuestros fracasos, no llegaremos a un punto de arrepentimiento honesto. Dios nos hará responsables por nuestras propias acciones, no las de otros (2 Cor. 5:10).
Esfuérzate siempre por reconocer y asumir la responsabilidad de tus propios pecados. Te liberará para recibir el perdón de Dios y avanzar hacia la madurez espiritual.
¡Hazte cargo de ti mismo!
Traducido y adaptado de:
Blackaby, Henry T. and Blackaby Richard. "Experiencing God day-by-day. The devotional and journal". Nov. 26
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Gracias Pastor, que importante es entender, que Dios nos hace responsable de nuestro comportamiento, de nuestras emociones y decisiones, esta claro, no mas excusas.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus amables palabras. Que Dios te bendiga
EliminarAmén amén que buena palabra excelente así mismo es todos debemos aceptar nuestras responsabilidades. Y asumir nuestros errores.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras. Me da mucho gusto que te haya sido de bendición. Que Dios te bendiga
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